Me reconforta recordar aquellos días en que nos juntábamos en masa para disfrutar de espectáculos, para bailar, o por el simple placer de juntarnos. Me pasa a menudo por la cabeza, sobre todo cuando trabajo ante un público lejano y con la boca tapada. No se quien ríe, no puedo interpretar si hay o no conexión con el público. Entonces me toca ser optimista y creer que si, recordar aquellas sonrisas que ahora me alimentan más que nunca y me hacen seguir adelante con el espectáculo. Y entonces, sólo al final del espectáculo, la gente se permite romper las normas para acercarse y decir: «Gracias, nos ha gustado mucho». Pero sigo sin saber con qué cara lo dicen. Pues a mí no me ha gustado, lo he hecho pensando en otras caras y en otras sonrisas, en recuerdos. Y dudo de mí mismo, ¿cuánto tiempo me puedo alimentar de recuerdos? De momento aquí tenéis un recuerdo que perdura, fue en abril 2019 en el festival Barswingona, acompañado en directo por el batería Marti Elias y su fantástico equipo.
Performance en el Barswingona
Me reconforta recordar aquellos días en que nos juntábamos en masa para disfrutar de espectáculos, para bailar, o por el simple placer de juntarnos. Me pasa a menudo por […]