La música empieza. Las ruedas de la bicicleta se elevan del suelo, hacia el cielo. Con ellas todas las miradas, pequeñas y grandes, de todos los colores, que compartirán durante 40 minutos la ilusión de un mundo al revés, la risa y la tensión, la magia del circo. Una bicicleta artística, bailarina, portora de piruetas y acrobacias, y un artista, portor de sonrisas alrededor del mundo. Todo será posible: póngase cómodo, disfrute del espectáculo, y prepárese para formar parte de él.
Con una combinación de técnica y humor, el artista extrae la poesía de un objeto cotidiano como és la bicicleta. En la goma de las ruedas y en la piel del acróbata se palpan los cientos de calles, plazas y escenarios que desde el verano de 2013 han escrito historias imposibles en las ciudades de Canadá, de Europa y del mundo, buscando y escribiendo el lenguaje universal que és la ilusión del circo
DETALLES: 40 minutos. Formato calle. Espacio de 8x8m. Para todos los públicos.